Para Eliecer Navarro Diéguez no hay "suelo malo", y es lógico por aquello de que "si el hombre sirve, la tierra sirve". Lo cierto es que desde hace muchos años su patio es uno de los más productivos de Antilla, incluso fue declarado de Referencia Nacional. Unido a ello, ha recibido varias dintinciones que avalan el incesante quehacer en "su pedacito", como el mismo lo ha bautizado.

 

"Antes no tenía mucho tiempo porque el trabajo me lo ocupaba. Ahora llevo unos años jubilado y lo he dedicado al cultivo de la tierra. Ha sido muy provechoso, y espero obtener mayores frutos".

Camino el patio y compruebo que ha sido realmente provechoso. Hay plátanos, cocos, calabazas, habichuelas, pepinos, frijoles, ajíes y lechuga, por solo mencionar ejemplos. También cuenta con plantas medicinales y ornamentales. Todo se ve muy saludable.

 

Al cuidado de la siembra se suma la familia, la que por supuesto, también disfruta de sus beneficios. En el fondo del patio su hermano abre la corraleta y se dispone a pastorear los ovejos. "Nosotros somos muy unidos y lo compartimos todo. Lo mismo el trabajo que los frutos". Por modestia omite sus constantes donaciones, tanto a vecinos y amigos como a instituciones estatales. Durante la Covid - 19 compartió su cosecha con los hospitales de bajo y mediano riesgo, como humano gesto de solidaridad y altruismo.

 

Me gusta la gente como Eliecer, "que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle lo que tiene que hacer...".